El auge del autoconsumo fotovoltaico continua imparable en nuestro país, y el sector residencial se antoja como el nicho perfecto para disfrutar de los beneficios de producir, almacenar y consumir nuestra propia energía verde y así reducir los cada vez mayores gastos en la factura eléctrica.
En Palomares (Almería) el propietario Agrícola Navarro de Haro -una empresa dedicada a la producción y comercialización al por mayor de frutas y hortalizas- ha apostado por instalar en su casa un sistema de autoconsumo con la batería SolarEdge Energy Bank de 10kW, el inversor híbrido con SE8000H con tecnología HD-Wave, los paneles solares JA de 380 Wp y 455 Wp, y el optimizador P505 de SolarEdge.
La batería, gran protagonista en esta instalación fotovoltaica por tener la misión de gestionar los excedentes de producción, está diseñada para ser conectada directamente al inversor híbrido, logrando un récord de eficiencia global del sistema del 94,5% y asegurando que la energía esté disponible cuando se necesite. Su instalación resultó bien sencilla gracias a su sistema plug&play, con configuración automática desde el smartphone a través del software SetApp del fabricante israelí. También con el móvil, el cliente puede visualizar en tiempo real el rendimiento de la batería y recibir alertas automáticas de posibles fallos de funcionamiento, con recomendaciones específicas para solucionarlos, lo que facilita un mantenimiento rápido y eficaz.
EWS Energía fue la empresa encargada de poner en marcha esta instalación fotovoltaica con el material suministrado por Krannich Solar. Una de las singularidades con la que se encontró el instalador a la hora de llevar a cabo el proyecto fueron las diferentes orientaciones e inclinaciones del tejado, aspecto que se solucionó con módulos de diferente potencia.
El sistema de autoconsumo fotovoltaico se conectó en enero de 2021. Tras casi dos años de funcionamiento, los datos hablan por sí mismos: 16.000 kWh de producción anual, 3.200 € de ahorro anual en la factura eléctrica, casi 4 toneladas de CO2 que se dejan de emitir a la atmósfera cada año, y una previsión de amortización de 4 años. Se trata, además, de un sistema flexible, ampliable hasta 3 inversores por sistema y hasta 3 baterías por inversor en caso de que el cliente final así lo requiera en un futuro.