Desde el pasado mes de junio la tarifa de la luz ha sufrido una serie de cambios, coincidiendo también con una subida del precio de la electricidad en el mercado español, que ha alcanzado picos máximos históricos, como el pasado 21 de julio, llegando hasta los 107 € el MWh. Además, este ha sido considerado como el mes más caro de la historia en relación con el precio de la electricidad, situándose en una media de 93 € el MWh.
Dicha subida se achaca a un aumento del precio de las materias primas para la generación de energía y sin duda en este caso hablamos de recursos no renovables. Los sistemas fotovoltaicos juegan una gran ventaja a la hora de evitar que se note esa subida en el recibo de la luz. Llevando a cabo una correcta programación y gestión de la instalación, podemos aprovechar en mayor medida el sistema y adaptarlo para que rinda mejor en los momentos en los que el precio pueda estar disparado.
En primer lugar, hay que entender los detalles básicos de la nueva tarifa para la cual el precio va a variar en relación con el periodo en el que estemos consumiendo:
Como bien sabemos, un sistema fotovoltaico sin acumulación podrá abastecernos únicamente durante el día, autoconusmiendo toda la energía generada y recibiendo una compensación a modo de balance energético por la energía vertida a la red hasta el 100% de la energía que hayamos comprado la red pública. En estos sistemas, si están bien dimensionados con relación al consumo, se puede llegar a ahorrar de un 30 a un 40% en términos de electricidad.
El escenario cambia cuando a nuestro sistema de autoconsumo le añadimos baterías. En un funcionamiento normal de autoconusmo con baterías nuestra energía producida irá directamente al consumo. Cuando el medidor inteligente del sistema detecte una producción superior a la demanda, enviará este excedente a la batería hasta alcanzar el 100% de carga. Una vez la batería esté cargada, el excedente será vertido a la red.
Vamos a poner el siguiente ejemplo en el cual tenemos un sistema de 3.5 kWp con una acumulación de 10 kWh para la zona sur de la península ibérica.
Incluso ya están disponibles en el mercado soluciones “Time of use” es decir, además de poder cargar la batería en un horario determinado podemos incluso definir un horario de descarga, aprovechando esta energía en horarios punta y también en momentos en los cuales necesitemos una mayor demanda y la distribuidora eléctrica no nos permita aumentar el término de potencia contratada.
En conclusión, junto con la nueva tarifa horaria y el incremento del precio del kWh se abre un nuevo paradigma para las instalaciones de autoconsumo, sobre todo cuando optamos por añadir acumulación a las mismas. Jugando con los horarios de carga y de descarga de las baterías, el ahorro puede ser de hasta un 65-75 % en términos de energía, haciendo que cada vez sea más interesante plantearlos de esta manera.
Fomentamos así la generación distribuida, teniendo en cuenta que lo producido es directamente autoconsumido en el mismo punto y/o vertido a la red para que indirectamente pueda ser aprovechado por los demás consumidores cercanos a la instalación. Por último, debemos ser siempre conscientes que un consumo eficiente debe ir de la mano del sistema fotovoltaico adecuado, de modo que las capacidades de ahorro sean lo más elevadas posibles.