El pasado viernes 1 de julio, el equipo de Krannich Solar España recuperó una de las tradiciones que la pandemia había obligado a apartar: la comida de verano de la empresa. Tras cerca de tres años de distanciamiento y restricciones, la gran familia de Krannich reunió por fin a los cerca de 50 empleados que la componen, incluida la delegación de Portugal.
La expedición viajó en autobús hasta el municipio de Caudete de las Fuentes donde disfrutó de una visita guiada por la bodega Nodus. Sus anfitriones ofrecieron una cata de algunos de los vinos más emblemáticos de la firma, elaborados con su uva autóctona, la bobal y finalizaron con una comida en las propias instalaciones de la finca.
“Necesitábamos recuperar este tipo de actividades -señaló el director general de Krannich Solar España, Jannis Drixler- porque hemos vivido una época muy dura a nivel humano y, al mismo tiempo, muy fructífera gracias a vuestro extraordinario trabajo, por eso quiero aprovechar esta jornada para daros las gracias por vuestra implicación”.
La jornada fue una oportunidad excepcional para estrechar los vínculos entre compañeros y conocer un poco más a las caras nuevas de esta familia que no para de crecer.